LOS NIÑOS SON MERAS
ESPONJAS, ABSORBEN TODO LO QUE VEN.
En el transcurso de la vida de nuestros niños, los adultos somos sus
principales puntos de referencia y por tanto, transmisores de hábitos, de
normas y valores. Desde hábitos de higiene, hasta normas de convivencia dentro
de una comunidad y valores como la tolerancia y el respeto.
Debemos ser conscientes de que los niños aprenden
de lo que ven y de lo que escuchan, y a partir de esto se van formando como
personas. Es por ello, que necesitan ver en nosotros los adultos, la práctica
de unos buenos valores y normas en comunidad y consigo mismos. De nosotros depende totalmente que
nuestros niños vivan y crezcan en un ambiente donde los valores como la empatía,
justicia, solidaridad, etc.… sean constantes.
Finalmente, debemos aprovechar la admiración que los niños tienen en su
infancia por las figuras familiares y de los propios profesores. Aprovechar ese
deseo de imitación para poder inculcarles todo aquello que les haga crecer como
personas, y favorezcan la aceptación de sí mismos tal y como son, valorándose y
creyendo en ellos mismos aprendiendo a superarse. Esto solo es posible con el
apoyo de todos los que le rodean, haciéndole protagonista de su propia vida y
sobre todo educándolos en valores y con el corazón.
Aquí os dejamos un enlace en el que poder ver un claro ejemplo de lo que anteriormente se comenta.
Ser un modelo a seguir es fácil, lo complicado es ser un BUEN MODELO.
Seamos conscientes de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario