miércoles, 1 de mayo de 2013


LOS NIÑOS SON MERAS ESPONJAS, ABSORBEN TODO LO QUE VEN.

En el transcurso de la vida de nuestros niños, los adultos somos sus principales puntos de referencia y por tanto, transmisores de hábitos, de normas y valores. Desde hábitos de higiene, hasta normas de convivencia dentro de una comunidad y valores como la tolerancia y el respeto.

Debemos ser conscientes de que los niños aprenden de lo que ven y de lo que escuchan, y a partir de esto se van formando como personas. Es por ello, que necesitan ver en nosotros los adultos, la práctica de unos buenos valores y normas en comunidad y consigo mismos. De nosotros depende totalmente que nuestros niños vivan y crezcan en un ambiente donde los valores como la empatía, justicia, solidaridad, etc.… sean constantes.

Finalmente, debemos aprovechar la admiración que los niños tienen en su infancia por las figuras familiares y de los propios profesores. Aprovechar ese deseo de imitación para poder inculcarles todo aquello que les haga crecer como personas, y favorezcan la aceptación de sí mismos tal y como son, valorándose y creyendo en ellos mismos aprendiendo a superarse. Esto solo es posible con el apoyo de todos los que le rodean, haciéndole protagonista de su propia vida y sobre todo educándolos en valores y con el corazón. 


Aquí os dejamos un enlace en el que poder ver un claro ejemplo de lo que anteriormente se comenta.


Ser un modelo a seguir es fácil, lo complicado es ser un BUEN MODELO. 
Seamos conscientes de ello.



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